sábado, 26 de noviembre de 2011

# Illuminati.




Lo que se votó el pasado Domingo 20 de Noviembre, no fue el futuro de España, se votó el futuro de la izquierda de éste país, o más bien, se votó el futuro del partido más representativo de la izquierda en España.

Durante éstos días, han corrido ríos de tinta, ha habido innumerables tertulias y análisis de lo sucedido y sobre cuales serán los pasos que se deben dar en el futuro.

En lo que la mayoría coincide, es que es bueno para éste país que el PSOE se recupere y que exista una alternativa seria y fuerte al PP.

Supongo que la gran mayoría de articulistas, tertulianos y analistas políticas tienen unos conocimientos profundos y unas bases sólidas de lo que se cuece dentro de los partidos políticos y más en éste caso del PSOE, para argumentar sus planteamientos.

En mi opinión, lo sucedido es el resultado de un cúmulo de factores y circunstancias, y la crisis económica, al igual que en una depresión, ha sido el último factor y desencadenante de una enfermedad que se venía larvando desde hacía mucho tiempo.

La pérdida de más de cuatro millones de votos, y en consecuencia el haber obtenido los peores resultados de la historia desde la transición es algo que debería dar lugar a una profunda reflexión, acompañada por grandes dosis de autocrítica y por supuesto de sentido común.

Desde mi perspectiva y de lo que yo conozco de las interioridades del partido, dudo mucho que esto vaya a ser así. Al igual que yo, muchos de los que han abandonado el partido, y no me quedo solamente en simples militantes de base, sino en personas que han ocupado puestos de responsabilidad tanto orgánicos como institucionales, han quedado hastiados del nepotismo y endogamia que ha germinado, crecido y asentado dentro del partido, y nos hemos cansado de que se le hurte la voz a los militantes.

Es posible que si se sabe gestionar bien la derrota, esta le haga a uno más fuerte, pero ahí está el quid de la cuestión, saber gestionar bien la derrota.

Y fue a raíz de una derrota, cuando yo, acompañado de un reducido grupo de compañeros, siete en total, quisimos aportar soluciones y trabajamos para ello, huelga decir el resultado de aquella iniciativa, pero era ni más ni menos demostrar a la dirección del partido (autonómico en éste caso) que había fórmulas para enderezar la situación, y lo que hoy es un clamor en todas las redes sociales, nosotros lo hicimos a nivel interno, que no transcendiese y no hiciese daño al partido.

Y digo yo, ¿quien ha hecho más daño al partido?.

Claro que en aquél momento se nos consideró una amenaza, pero una amenaza para aquellos que sólo vieron en nuestra iniciativa que les podíamos quitar el sillón, y claro que consiguieron anularnos, y que algunos nos fuésemos, pero después de más de dos años de haber presentado aquella iniciativa a la que se hizo caso omiso, se puede ver los resultados de la buena gestión de unos individuos que sólo voy a calificar de ambiciosos, es un adjetivo más que suficiente.

Hace ya año y medio que abandoné la militancia, ni tan siquiera me quedé como simpatizante, y en las elecciones que ha habido después, voté en blanco en las municipales, en las generales sólo marqué una cruz en las candidaturas al Senado y era del PSdeG-PSOE, y al congreso voté a una opción que no tuvo representación parlamentaria gracias a la actual ley electoral, pero claro que deseo que las cosas cambien para bien en el partido en el que dejé de confiar, no en las siglas pero si en las personas, y a pesar de que algunos se empeñen en seguir destrozándolo con sus decisiones.

Lo que llevo visto, oído y leído a lo largo de la semana, y lo que ha trascendido de la reunión del Comité Federal de hoy, me llevan a opinar de que se continuará en la línea de errores que llevaron a la pérdida de muchos militantes y a la de más de cuatro millones de votos.

Y el principal error es hurtar la voz de los militantes, que como dije antes, es casi unánime en las redes sociales.

Si hace más de dos años fui considerado un iluminado por tener una iniciativa, hoy a ese mismo adjetivo se le puede sumar el de masoquista, pero no me importa, voy a dar una idea que les sirva para enderezar el rumbo.

Para ello hay que tener en consideración el tiempo y no precipitarse en hacer congresos mal diseñados y que se cerrarán en falso.

Hay que analizar cual es la realidad del panorama actual, y escuchar a los militantes.

Sin perder la identidad del partido, se deben organizar grupos de trabajo a nivel de las agrupaciones locales y si estas son pequeñas, crearlos a nivel comarcal.

Tomar como base los siguientes documentos:

Estatutos del 37º Congreso.
Resoluciones del 37º Congreso.
Conferencia Política.
Programa Electoral.
Estatutos de otros Partidos Políticos.
Programas Electorales de otros Partidos Políticos.

Repartir a cada grupo de trabajo un documento para su estudio y análisis y propuestas de modificación, y en el caso de los de otros partidos para destacar aquellos apartados que puedan ser adaptados al ideario del partido sin que por ello se pierda identidad, (es bueno aprender de los demás).

Una vez finalizado el plazo de presentación de resultados a nivel local o comarcal, se elabora a nivel provincial, un dossier con todas las propuestas aportadas, posteriormente se hace a nivel autonómico y por último a nivel nacional, éste último documento que recoge todas las aportaciones a nivel nacional, es remitido a las agrupaciones y presentado a la militancia y sometido a votación para su aprobación o no, el cómputo de votos será el del total nacional.

Seguro que es muy farragoso, y que por supuesto lleva tiempo, pero será el resultado de un trabajo de toda la militancia, que también se puede abrir a los simpatizantes y por qué no a la ciudadanía en general.

Solo así se consigue la construcción de un partido de todos y no de unos pocos, hay que pensar que quedan cuatro años por delante, pero si se piensa en las próximas elecciones a una determinada comunidad autónoma, se comete un grave error, las próximas municipales, autonómicas y generales son dentro de cuatro años, tiempo más que suficiente para elaborar, si se quiere, un proyecto sólido y un partido fuerte que integre a todas las sensibilidades de izquierda sin que ninguna pierda identidad.

Si, posiblemente sea un ILUMINADO, para unos lo seré, para otros simplemente un gilipollas elevado a la enésima potencia, pero de momento ésta es la ventaja que tenemos en este país, la libertad de expresión y la libertad de pensamiento.





FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

2 comentarios:

cata dijo...

soluciones prácticas y realizables a problemas enormes... ¿por qué nadie escucha?
Un abrazo!

Angus dijo...

Querida Cata.

Muchas veces pienso que lo que hicimos entre siete, si lo hubiesemos hecho entre 70,¿cuanto se hubiese enriquecido el debate?.

Y sigo convencido de lo grande que fue nuestra iniciativa, pero que difícil es aplicarla a todo el conjunto.

Se divaga en demasía y no se concreta nada, no entiendo como se puede estar tan ciego, si no es difícil, si hay muchos valores y potencial en éste partido, pero siguen sin valorar el capital humano, lo están perdiendo a marchas forzadas, bien sea de militantes, simpatizantes y votantes. Ganar un cliente es difícil, perderlo muy fácil, recuperarlo, sangre, sudor y lágrimas.

Gracias por estar ahí.

Un fuerte abrazo.

FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.