viernes, 29 de mayo de 2009

REFLEXIONES DE UN SOCIALISTA HISTORICO VI

Con esta sexta y por el momento última publicación de las reflexiones, finaliza una serie de escritos de Celso, los cuales considero que a muchos que los hayan leido les habrán ayudado a forjarse un ideal y unas convicciones más profundas o a reforzar las que ya tenían.
En lo que a mi respecta, el simple hecho de pasar al ordenador los manuscritos de Celso me ha enseñado muchísimo, he aprendido muchas cosas, y muchas veces he acudido al diccionario que siempre tengo a mano para ver el significado de muchas palabras que desconocía, es decir que aparte de reforzar mi ideología también he reforzado mi cultura.
Si hubo algún momento en que mis convicciones se iban al traste porque no encontraba las respuestas a lo que buscaba y que veía que mi ideal era una utopía y me consideraba la "VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO", gracias a Celso eso no creo que vuelva a suceder, porque ahora ya sé que no estoy sólo, y por lo menos una persona piensa lo mismo que yo.

GRACIAS CELSO.



VISION CRITICA DE UN MILITANTE SOCIALISTA DE FERROL ANTE EL DECLIVE DE LA UTOPIA. EL MILITANTE Y EL RESISTENTE Y SU ENTRONQUE EN LA AGRUPACIÓN FERROLANA.


Utopía, pasión política, militancia son tres figuras que declinan conjuntamente. La utopía es hoy en día incluso una cuestión de mal gusto.

En nombre de la promesa se ha matado y se sigue matando demasiado y se han conseguido resultados tan pobres para que sea de buena educación seguir hablando de ella. Los ideólogos de la sociedad liberal aliviados por la desaparición de todo esbozo de alternativa, apuestan como corresponde al pensamiento conservador por el desarrollo normal de las cosas; el progreso para ellos no se impulsa, simplemente se deja hacer. La promesa se deja para la globalización que, como todo lo conservador, se impone con la fuerza de lo imperativo, como si no pudiese ser de otra manera.

El año 1989 fecha del hundimiento del comunismo real marca efectivamente una ruptura. Hace ya muchos años que la utopía ha perdido toda su magia. La militancia empieza a naufragar a falta de una ilusión a la que agarrarse. El compromiso político se desvanece cuando la modernización del sistema capitalista ofrece apetecibles tentaciones de redención personal. La clase obrera, desarticulada y vencida, en los años 80 dejaba de ser el sujeto del cambio capaz de arrastrar a la militancia.

1989 es el entierro del enemigo. La oposición amigo-enemigo se desfigura. Y aparecen dos opciones: Inventar otro enemigo o decretar el final de la historia y por tanto de la política. Los más astutos se movilizan en esta segunda dirección. La política democrática pierde sustancialidad, porque en el fondo lo que se propone es un simple modelo de alternancia, como mecanismo de higiene social: hoy mando yo, mañana mandas tú, nos diferenciamos por lo anecdótico para que no cambie nada sustancial. El eje de la vida política pasa a ser la corrupción, lo que conlleva un peligroso desplazamiento del eje del sistema democrático hacia un poder corporativo: el poder judicial. La militancia carece de ética alguna; ya que no se trata de participar en un proyecto de transformación de la sociedad, sino simplemente, de mediar en las esferas del poder. La pasión política en Occidente se nos muere. Las puertas de exclusión , del extrañamiento y de la marginación están abiertas.

Paso seguidamente a incardinar todo esto en lo concerniente a una agrupación del PSOE (Ferrol), pero que lo podíamos hacer extensivo a cualquier agrupación de las muchas que tenemos distribuidas por todo el territorio español. VISION PERSONAL.

Los debates internos habidos hasta ahora, hurtados en su mayoría a los militantes socialistas, sólo fueron, habitualmente, un simple instrumento para eliminar competidores ó discrepantes; se ha practicado una antropofagia política que lo único que ha conseguido fue un despilfarro político y humano, una conspiración eterna para satisfacer egos y vendettas personales. Este es el terreno preferido por los compañeros menos dotados en nuestra organización; lo malo es que su triunfo personal lleva aparejado en paralelo el fracaso colectivo de todo el colectivo socialista.

Estamos por tanto obligados a dar un golpe de timón en el socialismo ferrolano que nos conduzca en clave orgánica a un cambio de rumbo, que no esté condicionado a un simple puñado de votos.

En clave política deberemos tender a un mayor apoyo social, entendido éste en una mayor capacidad de convencimiento social y de menos posesión de apoyos internos, menor control orgánico, de mayor valía personal, de menos agradecimientos internos y de más reconocimiento público. Este cambio de rumbo exige mayor estabilidad en los puestos de mando para decidir los cambios de coordenadas imprescindibles sin ningún tipo de condicionamientos y con una tripulación capaz y preparada para ejecutar el programa de renovación.

En suma, hemos de prescindir de los BURÓCRATAS, entendiendo por tal, al hombre que está dispuesto a todo con tal de conservar el puesto y de ascender; no hay para él, humillación, crueldad, injusticia o inmoralidad que le parezca superior al valor del escalafón. Cada uno de estos personajes ve en el compañero a un enemigo que, detrás de frases de apariencia política, oculta la aspiración de sustituirlo. Las convicciones se transforman en delaciones; las ideas en maniobras. Por eso el burócrata tiene una necesidad constante de demostrar su buena fe, su lealtad hacia sus superiores, y también la necesidad de que sus subordinados le den muestras incesantemente repetidas de buena fe y lealtad.

El burócrata no ve en el hombre de la calle sino al individuo que le molesta con sus preguntas, que perturba su dulce existencia de invernadero; no tiene, pues, ninguna confianza en la masa, la teme, le inquieta, porque de ella proceden el trabajo y las exigencias de responsabilidad.

Fdo.

CELSO

1 comentario:

celso dijo...

Totalmente de acuerdo, hay que ahondar en los valores democráticos de nuestro partido y dejar a un lado los personalismos y mirar por el colectivo, un partido que se dice de izquierdas y socialista debe regirse por valores éticos y no tanto personalistas, no puede haber oligarquías dentro de nuestro partido y sí compañeros que luchen por un futuro mejor para todas las personas que habitan en el mundo ,ese es el verdadero socialismo y no apoltronarse en lo sofás para conseguir réditos personales descuidando a las personas que murieron por conseguir un mundo más justo e igualitario. Gracias Celso por seguir luchando y me siento muy orgulloso de ser tu hijo y por tus ideas de justicia y por luchar por un mundo mejor.