domingo, 17 de mayo de 2009

REFLEXIONES DE UN SOCIALISTA HISTORICO IV

Procuro darle a los escritos de Celso un orden cronológico según su titulo, para que todos aquellos que accedan a su lectura se hagan composición de lugar y obtengan una orientación clara de unos ideales de progreso, evolución y desarrollo, en fin, ideales de libertad.

Gracias Celso.

REFLEXIONES DESPUES DEL CONGRESO EXTRAORDINARIO DEL PSdeG HECHAS DESDE LA MILITANCIA DE BASE.

El PSdeG ha terminado ya su etapa congresual. Este congreso vino a celebrarse estando el PSdeG en la oposición después de cuatro años de gobierno.

Es éste pues el mejor momento para que reflexionemos en cuanto a lo que aconteció en nuestro partido. Hagámoslo pues:

1ª REFLEXION.- Creo llegado el momento de dotar a nuestra organización de las medidas necesarias para evitar los casos de corrupción y de falta de democracia interna, y rehacer nuestro programa con sinceridad y voluntad de gobierno, sabiendo que hemos de cumplir lo que prometemos y sabiendo también que muchas medidas anteriormente tomadas, especialmente en materia económica y laboral, han sido más que discutibles.

2ª REFLEXION.- Es hora de que los políticos institucionales y orgánicos empiecen a practicar que no todo vale, que el fin no justifica los medios. Los socialistas perdimos las elecciones porque el ciudadano pensaba que “todos los políticos son iguales” y esa homogeneización es la que nos arrebató el alma de nuestro proyecto.

Por ello el análisis a éstas reflexiones puede hacerse desde dos enfoques:

1º) No podemos conformarnos con hacer un buen programa y un Congreso del que aparentemente hemos salido unidos en torno a un líder y dispuestos a ganar en una confrontación futura. Hemos de salir respirando y transmitiendo sinceridad, ética, compromiso, responsabilidad, honestidad y con la convicción de que queremos ganar para algo y por algo, no por el simple hecho de gobernar ó por una cuestión de orgullo personal, como en algunos casos parece.

Sociologicamente, España es un país mayoritariamente de izquierdas; por tanto, entenderá que nuestro programa sea claramente progresista.

Un partido de gobierno como el PSOE, y así se define continuamente en los textos del partido, tiene que combatir dos clases de excesos : de pragmatismo uno, el producido por la presión de la realidad social que a veces nos lleva a ofrecer lo que la ciudadanía quiere y no lo que nosotros realmente defendemos como justo.

2º) Los ciudadanos viven apáticos y cansados del sistema democrático que hemos constituido; ya no confían en sus partidos políticos y en sus representantes, creen que sus opiniones no sirven para nada y se sienten excluidos e incluso engañados de las decisiones tomadas por los gobiernos.
Es necesario recuperar la dignidad del sentimiento democrático profundizando en la participación ciudadana. Ahora bien ¿Cómo se puede hablar de profundización democrática en la sociedad, cuando sus pilares básicos, los partidos políticos, son organizaciones normalmente carentes de cultura y de mecanismos democráticos? ¿De qué medidas o posibles soluciones, podríamos hablar?.

Apuntaré algunas cuantas, aunque sé que dejaré muchas otras en el tintero.

a) Excesivo protagonismo de los líderes en todos los niveles de la organización, fenómeno conocido como hiperliderazgo y que resulta tan dañino en un sistema democrático. Tenemos que abogar por una mayor participación de nuestros ciudadanos.

b) El voto individual y secreto para todos los militantes y que sea la expresión directa de la democracia.

c) Un sistema de limitación de mandato en los cargos públicos.

d) Un sistema de incompatibilidad entre cargos orgánicos e institucionales del mismo nivel de responsabilidad.

En definitiva, lo que hemos de entender es que la Organización en la que militamos la componemos personas con nuestras virtudes y nuestras debilidades. Por tanto, no se trata de poner medidas correctoras o sancionadoras cuando un mal se produce (ejemplo de la corrupción y la fatiga en los cargos) sino de poner medidas preventivas para que eso no ocurra.

Es de desear pues, una organización quien regule la autonomía del colectivo y la plena libertad del individuo para actuar conforme a sus principios y no a sus necesidades o intereses personales.

El ejemplo vivido en el PSdeG mientras gobernó nos ha enseñado como se pierde la autonomía y la capacidad de respuesta cuando una militancia se ve sometida a las directrices del gobierno; es bueno pues, saber diferenciar, porque uno nunca puede ser juez y parte al mismo tiempo actuando con imparcialidad.

Lo que nos debemos plantear después del Congreso, no tendrá éxito si no decidimos entre todos cambiar la cultura de nuestro partido. Una cultura que, en algunas ocasiones, ha confundido nuestras señas de identidad: que ha creado militantes pasivos y silenciosos, que no hemos exigido responsabilidades a la hora de hacer los cambios oportunos, que ha creado una dirección férrea y sabedora de la verdad absoluta, que no ha entendido que la pluralidad enriquece el debate, porque además del negro y el blanco, existe una gran gama de grises; que discrepar no es destruir; que no se trata de “estar conmigo o contra mí”.

La unidad se garantiza cuando existe la firme convicción de que uno defiende lo que uno cree que es lo mejor, sin dogmatismos ni fundamentalismos, desde la razón y con sinceridad.

Todos los socialistas conscientes sabemos perfectamente cuál es la enfermedad de nuestra organización y también que medicina tomar para curar dicha enfermedad. Lo que ocurre es que esta medicina a muchos les sabe amarga. ¿Qué debemos hacer pues después de este Congreso?.

Tenemos dos opciones: elaborar una magnífica ponencia marco arrebatadora por encontrarnos en la oposición, o admitir que la verdadera renovación del partido, consiste en que ninguna persona o personas puedan significar un tapón que evite el hervir de las ideas y las voluntades de nuestro partido. Lo que no debemos moralmente hacer es cambiarlo todo con el único fin, previamente determinado de que todos se queden como están ó donde están.

Si yo pudiera pedir tres deseos mágicos en este Congreso Extraordinario ya celebrado; pediría algo tan sencillo como sinceridad en lo propuesto y debatido; trabajar por el bien del colectivo aunque eso signifique el sacrificio de intereses individuales, y un toque de humildad para los que se creen imprescindibles.

Entre todos podemos, entre todos queremos, entre todos vamos a lograrlo.

Fdo.

Celso.

2 comentarios:

celso dijo...

muy buen artículo debemos dejar de movernos unicamente por afán oportunista y si por ideales, los de luchar por un mundo más justo e igualitario ese es el verdadero socialismo que defiende mucha gente y por el que militamos en el partido.

celso dijo...

muy buena reflexion, debemos movernos por ideales y no tanto por oportunismo, el verdadero socialismo es luchar por conseguir un mundo más justo y no tanto por ocupar un cargo altamente remunerado, socialismo es creer en la igualdad y en combatir toda clase de injusticias y combatir los totalitarismos de todo tipo