domingo, 3 de enero de 2010

COLAPSO

No iba a ser esta la primera publicación del año, pero dadas algunas circunstancias considero conveniente hacerla puesto que en cierto modo por este lado iban a ir mis comentarios respecto a temas de política.

En los últimos días, por lo que he leído en algunos blogs, las cosas por la izquierda andan un poco revueltas, las críticas hacia los dirigentes y su gestión se van acrecentando, al mismo tiempo, esas voces discordantes intentan ser calladas en forma de expedientes disciplinarios, suspensiones de militancia, e incluso expulsión del partido en cuestión.

Algunos pueden pensar que estos críticos son unos oportunistas que se aprovechan de la crisis y la utilizan en su propio beneficio, y en consecuencia al mismo tiempo le dan cancha libre a la derecha, y por lo tanto incurren en un acto de deslealtad, y en palabras más fuertes incluso se le podría llamar traición.

Yo no niego que en algún caso pueda ser así, pero desde mi punto de vista yo pienso de otra forma.

Cuando alguien entra en un estado de depresión, no es debido a una sola causa, la depresión, es la confluencia de varios factores, y hay uno que es el desencadenante del proceso depresivo, y para mi esta situación es ni más ni menos lo que está pasando en la izquierda.

Me consta que muchos militantes quieren aportar y ayudar, máxime en época de crisis, pero una vez más no se les hace caso y se les dan largas, y como la crisis golpea a todos directa o indirectamente, como ciudadanos que son en primer lugar, por ahí no pasan y la única solución para dejarse oír son las nuevas tecnologías.

A los partidos se les ha ido de las manos lo de las nuevas tecnologías, los militantes van unos cuantos pasos por delante, y hay mayor comunicación entre los militantes de diferentes agrupaciones y puntos del país, se van conociendo situaciones que pasan en otros lugares, y lo que es más importante, el militante que se encontraba solo, ve que hay muchos más que piensan como el que ya no es la voz que clama en el desierto, y claro eso en cierto modo hace temblar los cimientos del partido.

En algún caso, se imponen normas sobre la utilización del nombre y de las siglas del partido en la red, lo entiendo, pero esa no es la solución, la red es abierta y no hace falta utilizar ni nombre ni siglas de un partido para que la gente se pueda comunicar, entiendo que el famoso desliz sobre la economía sostenible respecto a la red, no sea un argumento para evitar lo que ya está ocurriendo, que la libertad de expresión es un derecho por mucho que a algunos les duela, y que la red es el foro donde un militante puede ser escuchado y donde no es un cero a la izquierda, que solo vale para pagar una cuota, pegar carteles e ir de interventor en los procesos electorales.

Algunos saben que yo sufrí en mis propias carnes el desprecio y la marginación y no por hacer críticas, sino por trabajar, y como yo otros compañeros que nos dejamos ilusión, tiempo libre y horas de sueño, por no decir que también la dedicación a nuestras familias fue menor.

Y puedo asegurar que ninguno de los que yo conozco es un oportunista, ni falta que hace, somos personas maduritas y con las ideas muy claras y no buscamos en la política el conseguir puestos bien remunerados, de momento conservamos nuestro puesto de trabajo, alguno ya está prejubilado, nos mueven unos ideales, no unos intereses.

Algo que he aprendido y también comprobado, es que el tiempo pone a cada uno en su lugar, y los ciudadanos juzgan en primer lugar, y en segundo lugar juzga la historia.

De la desilusión que tuve en un principio, pasé a hacerle caso a mi intuición, que me decía que en política los tiempos son cortos, y que pronto vería que las bases comenzarían a revolucionarse, hastiadas de tantos oídos sordos.

Por el bien de la izquierda y de las ideas progresistas, deseo que alguien haga caso a muchas de esas voces críticas, muevan ficha y cambien el rumbo, porque ya se sabe que cuando las bases ó cimientos comienzan a temblar, si no se refuerzan con urgencia, el edificio corre el riesgo de llegar al colapso.


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