VIAS DE AGUA

Este blog comenzó sus andaduras el día 3 de Marzo de 2009, un Martes, dos días después de las elecciones autonómicas.

No soy supersticioso, por eso me importó un carajo lo del refrán de en Martes...

En un principio, cuando tuve la idea de crear el blog, era tomarlo como un juego, hacer post de entretenimiento, contar chistes, decir chorradas, pero nunca hablar de política.

Pero cosas de la vida, la primera publicación, fue política, y aunque a lo largo de estos diez meses, ha habido de todo, sin duda alguna ha sido la política lo que ha marcado las andaduras de este particular rincón, o muro de las lamentaciones.

Hubo un momento, en que la desilusión por culpa de la política, estuvo a punto de poner punto y final al blog, pero los ánimos que recibí de algunos estimados colegas, me hicieron recapacitar y aquí sigo.

Comencé el año con una publicación política (Colapso), y el Sábado hice la penúltima (¿Debacle en el Horizonte?).

El título de la de hoy, viene a cuenta de que sigo leyendo en varios blogs publicaciones que reflejan un descontento enorme dentro de la familia socialista, sin embargo no leo en otros argumentos que rebatan las opiniones de los descontentos.

Estoy viendo que si no hay algo que haga cambiar el rumbo de las cosas, esto puede acabar en expulsiones, bajas voluntarias, abstención en los procesos electorales, está claro que la crisis ha llegado también al mayor partido de izquierdas del país.

Al electorado de izquierda, siempre tan autocrítico, se la trae floja lo que puedan afectar a la derecha los casos de corrupción, el individuo de ideología progresista, reclama algo más a la clase política que en teoría debe velar por sus intereses, y no le vale de excusa que los otros son peores, la mujer del César no solo debe ser honrada, sino parecerlo.

He leído cosas muy duras, y de verdad que lo siento, pero siento más el silencio de aquellas voces que tienen la responsabilidad de motivar a los ciudadanos y a sus propios militantes y devolverles la confianza.

Parece que la famosa frase “no nos falles”, ha pasado a mejor vida, y forma parte de la historia, aunque discrepo en que se culpabilice a una sola persona.

Es triste, pero la pura y cruda realidad es que de la ilusión y confianza en un proyecto apasionante se haya pasado a esto:




Ojalá alguien ponga remedio, y que no se repita lo del TITANIC.