martes, 9 de marzo de 2010

EL MUNDO DE LA VERDAD-

El pasado Viernes día 5 de Marzo, enterramos a mi suegra.

Con casi 91 años, murió como ella siempre quiso, sin dar trabajos, casi nunca fue a la consulta de un médico, y que yo recuerde, siempre estuvo muy fuerte, hasta que la edad le produjo algún que otro achaque y finalmente se la llevó como a un pajarillo.

No me avergüenza decir que me vine abajo, mi mujer y mi hija me decían que los papeles estaban cambiados, es posible que una gran infinidad de recuerdos pasasen por mi mente sin tener conciencia de ello y provocasen mi abatimiento.

De todas las vivencias que tuve con ella siempre me acordaré de dos.

La primera vez que oí hablar de Alexandre Bóveda fue a ella, pues en aquellas fechas estaba a su servicio ejerciendo de cuidadora de sus hijos, era la niñera, y vivió en primera persona aquellos trágicos acontecimientos.

No volvió a creer en la Iglesia ni en sus representantes terrenales, y desde luego que su ideología política se decantó siempre hacia la izquierda, acudió a las urnas hasta que un día dejó de hacerlo, no sé porque motivo, pero nunca se lo pregunté.

La otra cosa que recordaré, es que cuando hablaba de la muerte, decía que se iría al mundo de la verdad, se muy bien el significado de esas palabras, y supongo que los que lean este post también lo entenderán, simplemente quería decir que en este mundo hay mucha mentira y falsedad, demasiado cinismo e hipocresía, ambición y egoísmo.

Queda mucho que hacer y mucho camino que recorrer hasta conseguir un mundo en que la justicia social y la plena igualdad sean una realidad, es seguro que este planeta se extinguirá antes de que eso suceda, no obstante hay que poner un grano de arena para conseguir avanzar y que otras generaciones disfruten de mayores logros sociales, como otras disfrutaron y nosotros lo disfrutamos.

No podemos permitir dar un paso atrás, tenemos que pararle los pies a todos aquellos que intentan hacerlo, y debemos exigir a nuestros gobernantes que cumplan sus compromisos, primero las personas, menos materialismo.

Hoy es un buen día para disfrutar de un tango.





Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

Verás que todo es mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.

Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás,
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao...
Cuando te dejen tirao
después de cinchar
lo mismo que a mí.
Cuando manyés que a tu lado
se prueban la ropa
que vas a dejar...
Te acordarás de este otario
que un día, cansado,
¡se puso a ladrar!


FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

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