domingo, 11 de abril de 2010

El Secreto de la Pirámide.




La figura de la pirámide se caracteriza por tener una gran y sólida base.

Toda organización tiene una estructura piramidal, pero es un hecho que sin una sólida base que la sustente, la organización no funciona.

Es lo que yo llamo la pirámide al revés, lo que implica que para que la organización se mantenga en pie, hay que hacer auténticos equilibrios.

En lo que a la política respecta, la base de los partidos es su militancia, pero la realidad nos dice que hay muchos que no piensan así.

En lo que piensan es en la masa electoral, que es la que en realidad les va a colocar en los puestos que ellos quieren, y por lo tanto dejando de lado a la militancia, sólo contando con ella en los procesos electorales y con argumentos tan manidos como el de la lealtad, a mi modo de ver, un insulto a la inteligencia de las personas, pues un militante es (hasta ahí llego) una persona.

Pero la masa electoral aumenta o disminuye, o lo que es lo mismo se dilata y se contrae, y según a la frecuencia que lo haga, este movimiento sinusoidal puede provocar graves daños en los cimientos de la estructura, incluso se puede llegar a entrar en resonancia y provocar el colapso de la misma.

Está de moda la participación ciudadana (marketing político), y se sigue obviando a la militancia, que (hasta ahí llego) también son ciudadanos, pero con unos principios y valores que le dan un plus a la organización, y que los de la cima siguen sin querer verlo ni entenderlo, (otro insulto a la inteligencia).

Un proyecto político, tiene que reflejarse en un programa.

El programa no puede ser un discurso vacío, ni quedarse en una mera propuesta de intenciones, el programa en si, debe ser un conjunto de objetivos.

Los objetivos pueden ser cualitativos y cuantitativos, y ambos medibles, lo que implica que no pueden ser sólo palabras vacías.

Un buen programa, debe tener poco de literatura y mucho de matemática, porque el bienestar de la ciudadanía se hace con números y no con letras.

Para realizar un buen programa, hay que contar con todos los factores que intervienen en la vida diaria de la ciudadanía, y para ello hay que pisar la calle, saber lo que se cuece desde los despachos es imposible, y da una imagen distorsionada de la realidad.

Y quien mejor conoce la realidad que los militantes de base, ellos si están viviendo diariamente en contacto con la ciudadanía, en sus trabajos, en su entorno de amistades y familiar, son ellos mejor que nadie quien puede transmitir el mensaje.

El militante hace de correo, transmite los mensajes de una a otra dirección, pero la realidad es que su labor no es apreciada ni reconocida por la dirección del partido, aguanta en primera persona las críticas de sus convecinos que saben que es del partido, pero cuando transmite el mensaje hacia arriba la respuesta es no me vengas con milongas, ni se quiere ver ni se quiere oir.

Y no es que lo diga yo, las quejas las ves a diario en la red, y comienzan a surgir iniciativas para hacer entrar en razón a los que manejan el cotarro, es muy posible que si lo consiguen tarden en cuajar, y mi consejo desde éste humilde rincón es que se armen de paciencia, y también que se impongan autodisciplina que es lo más importante, lo digo por experiencia, pues ya hace un año que inicié la mía, y en esas estamos.

Por último mi invitación sigue en pie, y recordar que todo suma.

FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

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