viernes, 11 de marzo de 2011

¿Se puede llegar a aborrecer la política?

Esta son unas reflexiones que hice hace tiempo, más o menos habrá un año.

Fue poco tiempo antes de tomar la decisión de dejar de ser militante de un partido político, y a día de hoy, creo que esa decisión fue una de las más acertadas que he tenido en mi vida.

El haberme implicado en política me ha dado muchos sinsabores, desilusiones, mis valores y principios me los han tirado por tierra.

Pero si ha habido algo positivo, conozco de forma virtual a muchas personas que siguiendo o no dentro del partido son buena gente, por ellos no me arrepiento de haber militado en el partido, y desde fuera seguiré luchando con todas mis fuerzas para que algún día merezca la pena volver a militar en un partido cuyos ideales muchos han tirado al cubo de la basura.

Estas fueron mis reflexiones:

Dada la condición del ser humano, el conflicto es inevitable, sólo el diálogo y la buena predisposición al entendimiento pueden evitarlo, cosa difícil desde luego, puesto que el sentido común es el menos común de los sentidos.

Todas las personas toman decisiones día a día, acertadas o erróneas son consecuencia de su forma de pensar y cada uno es dueño y responsable de sus actos.

Los efectos de esas decisiones pueden afectar de forma individual o colectiva, por tanto las decisiones pueden ser respetadas y no compartidas, eso siempre y cuando el responsable de la decisión actúe de buena fe y lo haga en interés de un colectivo, cuando lo hace por propios intereses eso ya es harina de otro costal, y en ese caso dichas decisiones ya no solo no son compartidas, si no que tampoco deben ser respetadas.

Difícil dilema tienen hoy en día algunos militantes del partido, pero ese dilema implica que aún hay personas dentro que creen que la situación puede mejorar y luchan por ello, se les llama críticos de cara a la galería, a nivel interno los apelativos por supuesto son otros, y serán los culpables de cualquier fracaso, los oficialistas no conocen la autocrítica, son por lo general currantes de todo tipo, que no tienen cargo alguno, ni orgánico ni institucional, personas que viven de su trabajo, bien por cuenta propia o bien por cuenta ajena, autónomos o asalariados, sus ingresos no provienen de la actividad política, y en su currículum nunca podrán poner político (en activo o en la reserva), tendrán que poner currante en activo, parado o jubilado.
Si los defectos de estructura, no son subsanados debidamente, dan lugar a un proceso de degradación progresiva que finalmente desemboca en el colapso de la edificación.

Cuando surge un problema pueden darse dos casos, que se solucione de inmediato siendo por tanto puntual, o que no se le preste atención bien por ignorancia, bien por negligencia o bien por desinterés, en este caso se convierte en una anomalía estructural, que con el tiempo causará graves perjuicios de difícil y costosa reparación.

El Proceso de mejora continua es un concepto que pretende mejorar los productos, servicios y procesos.
Postula que es una actitud general que debe ser la base para asegurar la estabilización del proceso y la posibilidad de mejora. Cuando hay crecimiento y desarrollo en una organización o comunidad, es necesaria la identificación de todos los procesos y el análisis mensurable de cada paso llevado a cabo. Algunas de las herramientas utilizadas incluyen las acciones correctivas, preventivas y el análisis de la satisfacción en los miembros o clientes. Se trata de la forma más efectiva de mejora de la calidad y la eficiencia en las organizaciones.
El problema que hay en el PSOE es de cultura, no se permiten procesos de regeneración, y no me refiero a dar paso a gente más joven, me refiero a dar paso a nuevas ideas, las cuales pueden ser aportadas lo mismo por jóvenes que por veteranos.

Existe un miedo atroz a ser desplazado, o dicho vulgarmente a que me quiten el sillón, por lógica esa cultura no permite que se dé paso a otros valores y se les tacha de críticos, traidores, etc, etc, se les condena al ostracismo e incluso se les hace la vida imposible, y se hace todo lo posible para mantenerlos en el anonimato y evitar que adquieran protagonismo.

Por lo tanto, si no se respeta el principio de igualdad de oportunidades, tampoco se puede hablar de la valía de un candidato.

Imaginaros por un momento que ocurriese lo siguiente:

Un simple militante de base tiene una idea que considera beneficiosa para el partido, la desarrolla y la presenta al Secretario General y al Secretario de Organización, los cuales dan el visto bueno y animan a seguir adelante, pero resulta que otros cargos que teóricamente son los responsables de tener esas ideas se enteran y en lugar de tener en cuenta esa idea y de ayudar a desarrollarla todavía más, ven en el militante una amenaza para sus propios intereses y que posiblemente les quiera quitar el puesto, y lo que hacen es atacarlo y echar todo para atrás.

Eso es egoísmo puro y duro y lo que consiguen es que probablemente ese militante se vaya, es un enemigo menos, claro que si, anda y que te den es su despedida.

Ellos se han quitado del medio a un posible rival, pero ¿cuánto ha perdido el partido?.

Generosidad y honradez, muchos hablan de ello, pero pocos la practican.

Le dado mil vueltas a la cabeza, y he intentado caer de la burra.

Tengo coche, tengo piso (hipoteca finiquitada), tengo acciones de la empresa donde trabajo, tengo un plan de pensiones, tengo trabajo (de momento), tengo una vida relativamente tranquila, solo falta que me toque la primitiva.

Y me pregunto que leches hago aquí, defendiendo postulados totalmente anacrónicos, fuera de tiempo y de lugar, cuando realmente me la debía traer floja lo que pase o deje de pasarle a los demás.

Hace un tiempo, un buen amigo mío y respecto a mis entradas de carácter político en el blog, me decía que no había necesidad de comerse el coco tanto, que la vida era más sencilla, posiblemente tenía razón, pero nuestros orígenes fueron diferentes, el pertenecía a una familia acomodada, y yo a una pobre, el se ha currado lo que tiene, yo también, a diferencia que el tiene una nada despreciable herencia y yo no tengo nada.

Posiblemente yo sea un tipo rencoroso, que en su infancia vió a sus mayores sometidos al servilismo típico del que le gustaba a la gente de postín, y contra el cual siempre me rebelé, seguramente traumatizado por ser hijo de pobres y no tener las mismas oportunidades que los demás, un ser vengativo al que nunca le gustó que le señalasen como el hijo de los criados.

Que me importa ahora que tengo una buena posición lo que les pase a los demás, ahora ya estoy por encima de muchos de aquellos señoritos, los tiempos han cambiado, bendita democracia que me ha dado una oportunidad.

Es verdad, soy un gilipollas integral, nadie me manda meter en camisa de once varas, si ya no van a volver aquellos tiempos tan desagradables, eso es historia, y la historia es pasado, y como se va a repetir la historia si hemos aprendido de los errores del pasado, que va, que va, que ya no volverán las oscuras golondrinas, después de más de treinta años de régimen democrático ya se ha desterrado por completo la ignorancia a la que estuvo sumido este país durante cuarenta años, ya no existen reminiscencias de aquél oscurantismo, y que me importa la historia si ya he pasado del tiempo de estudiar, menuda tontería recordar cosas del pasado que nunca volverán a suceder.

Pues sí, es verdad, pues que me la traiga al pairo todos los problemas de los demás, ande yo caliente y ríase la gente, que cada palo aguante su vela.

Igualdad, libertad, fraternidad y solidaridad, ¡bah!, paparruchas.

Castidad, templanza, generosidad, diligencia, paciencia, caridad, humildad, menudas tonterías.

Lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, soberbia, esto es lo que hace falta.

FUERZA Y...........

No, mejor dejarlo así.

4 comentarios:

Nano dijo...

Querido Angus

Comparto contigo y punto por punto lo que has escrito.
Podía decir incluso, que hemos llevado vidas paralelas...
Un fuerte abrazo.

Angus dijo...

Que tiempos querido Nano, que tiempos.

Siento una gran nostalgia, pero nunca me arrepentiré de aquella aventura.

Joder, mira que lo hicimos bien.

Y como digo, lo mejor haber conocido a gente como tú.

Un fuerte abrazo amigo.

FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

fini dijo...

En parte te voy a dar la razón, sobre todo en esa en la que clasificas a la clase política. Pero tengo que puntualizar una cosa respecto a otro tema. ¿Para qué luchar?
Hay tantas razones Angus, al menos, yo las veo. Primero, que esa clase que se autodenominan políticos no encuentren todo el camino allanado, no darles todo por bien hecho, que se esfuercen en mentirnos, que sus argucias sean dignas del pueblo que gobiernan o intentan gobernar. Y en segundo lugar, vamos a luchar para que nuestros hijos, nuestros nietos, no tengan que contar las mismas historias que nosotros, que no se sientan siervos, que no sientan odio por unos que estaban por encima de ellos (aunque sólo sea hipotéticamente) Ser todos iguales ya sé que suena a utopía, a ficción de la barata...pero no quiero rendirme, no quiero que esa clase política crea que lo tiene todo solucionado. Necesito pensar que algún día esto cambiará, como ya sucedió en otra época, sólo que la manera de luchar ahora ha cambiado, tenemos más poder del que nunca hubiesemos imaginado, no tenemos necesidad de luchar en las barricadas, de escondernos para repartir pasquines, no necesitamos canciones de metáforas incandescentes; tenemos la Red, y el mundo a nuestro alcance, sólo necesitamos querer cogerlo, una vez lo hayamos hecho, podremos moldearlo a nuestro antojo.

un abrazo:)

Angus dijo...

Gracias Fini.

Tu respuesta de ¿para que luchar?, es del todo acertada, y totalmente dentro de toda lógica, yo en tu lugar hubiese dicho lo mismo, y desde luego que agradezco de todo corazón tu comentario.

Pero hay una segunda lectura, los que realmente me conocen saben que hay una parte de sorna, en cierto modo he querido que algún hipócrita se viese reflejado, porque esos que se denominan a bombo y platillo defensores de la libertad, solo defienden sus intereses.

Yo ya no milito en ningún partido, pero sigo luchando con todas mis fuerzas por un mundo más justo, y máxime en estos tiempos, participo en foros y blogs de la izquierda crítica, personas progresistas que en cierto modo renegamos de los modos y las formas en que actúan los actuales dirigentes de los partidos de izquierda.

Claro que merece la pena seguir en la lucha, yo no se si habrá que volver a las barricadas, la red en si misma creo que es una barricada.

Y lo que tengo muy claro es que los viejos rockeros nunca mueren, y como dice el encabezamiento de este blog, el mismo está creado para mantener vivo el espíritu de rebeldía que está en nuestro interior.

Para finalizar, me gustaría que cuando entres en el blog, en la columna de la derecha encontrarás un enlace que dice ¿es necesaria una renovación?, verás que en los partidos también hay gente que lucha por mejorar las cosas, que te hagan caso es harina de otro costal, por ese motivo Nano y yo nos dimos de baja de militancia, merece la pena luchar, pero no dentro de una organización dirigida por falsos socialistas.

Un abrazo.