viernes, 4 de septiembre de 2009

DIGNO HOMENAJE A UN HOMBRE DIGNO.



Esta tarde estuve en Miño, en el acto de homenaje a Ricardo Pérez Medín.

Un acto sencillo, pero cargado de una profunda emotividad.

Hubo momentos en que tuve la sensibilidad a flor de piel, especialmente en dos de ellos.

Uno fue cuando su hija acompañada por Pachi Vázquez arrojó al mar una pequeña corona de flores ornamentada con los colores de la bandera de la República.

El otro fue cuando al final unos magníficos gaiteros hicieron sonar sus instrumentos y lanzaron al aire las notas del himno gallego, y que después de muchos años y con desafinada voz volví a entonar.

En estos dos instantes del acto, mis ojos llegaron a humedecerse, gracias a las gafas de sol nadie lo notó, pero no pude evitar que se me hiciese un nudo en el estómago, si alguien me hubiese preguntado algo en esos momentos, no hubiera podido responderle, no estaba capacitado para articular palabra alguna.

No hace falta ser un buen observador, solo con mirar en derredor del entorno, te vienen a la mente miles de imágenes de cómo pudo ser aquella madrugada del 31 de Agosto de 1937 para Ricardo y sus acompañantes, su hija nos comentó que su madre le había dicho que no había sido un acto de valentía, sino un acto de miedo, pero creo que para todos los que allí hoy estábamos presentes si fue un acto de valentía, porque no existe nada más valiente que enfrentarse a lo desconocido y con la incertidumbre del final de aquella aventura.

Lo que no le quitaron unos miserables le duró lo suficiente para ver que la lucha por sus ideales no fue en vano, plantó una semilla que cosecha tras cosecha va haciéndose más grande, quizás hoy el granero sea pequeño, pero mañana será necesario construir otro más grande para poder albergar todo el grano que está por venir.

Querido Ricardo, allá donde estés, puedes estar orgulloso, tus sucesores políticos son dignos de ti, sólo unas personas con grandes valores y fuertes convicciones pueden ser capaces de hacer que un acto como el de hoy sea no sólo un reconocimiento a tu persona sino también un canto a la justicia y a la libertad, dos de los motivos que te llevaron en ignominiosa diáspora lejos de tu tierra.


SALUD COMPAÑERO RICARDO.


FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

1 comentario:

Manolo dijo...

A veces en la vida te encuentras con viejos conocidos después de muchos años de los que ya casi no te acuerdas. Este ha sido el caso en que coincidí con un antiguo compañero de trabajo del que siempre tuve una buena imagen de responsable, trabajador y buena persona. Fue muy corto el reencuetro pero muy agradable y sobre reconfortante que aunque nuestros caminos hayan ido por vías distintas sí hemos coincidido en la principal: la ideológica. Y sin saberlo hasta ayer, seguimos siendo compañeros desde hace años: nos sentimos orgullosos de militar en el PSdeG-PSOE, defendiendo y trabajando para divulgar y extender, en la medida de nuestras posibilidades, las ideas socialistas.
Las emociones del acto homenaje a Ricardo se suman a las de este reencuentro, que espero se repita pronto.
Un fuerte abrazo