martes, 1 de septiembre de 2009

OTOÑO CALIENTE

Comienza Septiembre, significa que acaba el Verano y da paso al Otoño, y por ende a un nuevo curso político, y como todos promete que será movidito.

Con todo lo que ha llovido, y lo que va a llover, más vale armarse de paciencia, hechar mano de los ansiolíticos, las aspirinas u otro medicamento por el estilo, que nos ayude a paliar los dolores de cabeza que nos van a levantar los miembros de la clase política de nuestro país.

No tengo más remedio que acudir a la frase de uno que la verdad no es que me guste, es que me disgusta, pero tengo que reconocer que en éste caso, la frase ha sido la más acertada que he encontrado para calificar a nuestros políticos, "JODER QUE TROPA".

Hecho de menos a aquella clase política que desde 1996 hacia atrás, hasta llegar a la transición, campó por las diferentes instituciones, bien gobernando, bien en la oposición.

Tengo la esperanza de que lo que tenemos hoy en día, no sea más que la causa de un desafortunado accidente, y que en algún momento todos los ciudadanos de éste país tengamos una explicación clara y convincente de por qué hemos llegado a ésta situación, porque queridos amigos, aunque a veces nos resulte difícil comprender algunas cosas, si alguien se parase un poco e hiciese una pequeña reflexión, seguro que lograría dar una explicación detallada y con todos los pormenores, y que a buen seguro todos entenderíamos, y la verdad es que no resulta tan difícil si se pone voluntad, pongo por caso un buen ejemplo de ello:


Accidente


Esta es la explicación de un albañil a la Compañía de Seguros que no comprendía como había podido ocurrirle el accidente.
Este es un caso verídico, cuya transcripción fue obtenida de una copia de archivo de la aseguradora.
El caso fue juzgado por el Tribunal de Primera Instancia de Pontevedra.

Excelentísimos señores:

En respuesta a su pedido de informaciones adicionales declaro:

En el Ítem n°1 sobre mi participación en los acontecimientos, mencioné lo siguiente: “Tratando de ejecutar la tarea sin ayuda de nadie como la causa de mi accidente”.

Me piden en su carta que dé una explicación mas detallada, por lo que espero, que, lo que sigue aclare de una vez por todas sus dudas.

Soy albañil desde los 10 años. El día del accidente, trabajaba sin ayuda, colocando los ladrillos en una pared del sexto piso del edificio en construcción de esta ciudad.

Finalizadas mis tareas, verifiqué que habían sobrado aproximadamente 250 kilos de ladrillos.

En vez de cargarlos hasta la planta baja a mano, decidí colocarlos en un barril y bajarlos con ayuda de una roldana que felizmente se hallaba fijada en una viga en el techo del sexto piso.

Bajé hasta la planta baja, até el barril con una soga y con la ayuda de la roldana lo subí hasta el sexto piso, atando el extremo de la soga a una columna de la planta baja.

Luego subí y cargué los ladrillos en el barril.

Volví a la planta baja, desaté la soga y la agarré con firmeza de modo que los 250 kilos de ladrillos bajasen suavemente(¡vaya tela!).

Debo indicar que en el Ítem n°1 de mi declaración a la policía he indicado que mi peso corporal es de 80 kilos.

SORPRESIVAMENTE, mis pies se separaron del suelo y comencé a ascender rápidamente, arrastrado por la soga.

Debido al susto, perdí mi “PRESENCIA DE ESPIRITU”, e irreflexivamente me aferré más aún a la soga, mientras ascendía a gran velocidad.

En las proximidades del tercer piso, me encontré sorpresivamente con el barril, que bajaba a una velocidad “APROXIMADAMENTE SIMILAR” a la de mi subida y fue imposible evitar el choque.

Creo que allí se produjo la fractura de cráneo.

Continué subiendo hasta que mis dedos engancharon dentro de la roldana, lo que provocó la detención de mi subida y también quebraduras múltiples de los dedos y muñecas.

A esta altura de los acontecimientos ya había recuperado mi “PRESENCIA DE ESPIRITU”, y pese a los dolores, continué aferrado a la soga.

Fue en ese instante, que el barril chocó contra el piso, su fondo se partió y los ladrillos se desparramaron.

Sin ladrillos, el barril pesaba aproximadamente 25 kilos, debido a un principio simplisimo, comencé a descender rápidamente hacia la planta baja.

Aproximadamente, al pasar por el tercer piso, me encontré con el barril vacío que subía.

Este choque disminuyó FELIZMENTE la velocidad de mi caída, de manera que, cuando aterricé sobre la montaña de ladrillos, SOLO me quebré tres vértebras.

Lamento sin embargo informar, que cuando me encontraba caído entre los ladrillos, con dolores insoportables y sin poder moverme, vino encima de mí el barril, perdí nuevamente mi “PRESENCIA DE ESPIRITU” y solté la soga.

Debido a que el barril pesaba más que la cuerda, descendió rápidamente y cayó sobre mis piernas quebrándoseme las dos piernas.

Espero haber aclarado definitivamente las causas y desarrollo de los acontecimientos, me despido atentamente.


PD. No se si os habrá gustado el ejemplo, pero tranquilos, que de momento dudo que exista una mente tan lúcida que sepa describir la situación, y como siempre como humanos que son (sabios escasean), nos deleitaran con cosas como estas:




FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

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