domingo, 20 de septiembre de 2009

FUMARSE UN PORRO

Te miras al espejo, y ves que cada vez tienes más canas, es lógico, el tiempo no perdona, y cada día te vas haciendo más viejo, por lo menos en lo que respecta al aspecto físico, de momento la cabeza aún la tienes medianamente amueblada y aunque de vez en cuando la memoria te juegue alguna que otra mala pasada, la materia gris aún sigue bien engrasada y funciona de forma más que aceptable.

Recuerdas que eres un superviviente de aquélla generación perdida de la comarca arousana, que has visto como muchos de tus colegas de la infancia y juventud han acabado criando malvas en una fosa ó un nicho de un camposanto, contra natura, es decir antes de tiempo, y todo por culpa de la maldita droga.

Has sobrevivido porque a lo máximo que llegaste fue a fumarte porros de chocolate ó maría, nunca quisiste o te atreviste a meter algo por la vena, por la nariz o vía oral, sólo te llegó con aspirar el humo de un peta.

También recuerdas que tu primer colega la palmó con 18 años, el último rebasados ya los 40, menuda putada.

Pero lo que más recuerdas es la progresiva degeneración a la que estaban sometidos todos aquellos colegas que continuaron metiéndose en el cuerpo esa puta mierda, de jóvenes fuertes, atractivos y llenos de energía se fueron transformando en auténticas piltrafas humanas consumidas por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (suena mejor decirlo así), convirtiendo sus vidas y las de sus familias en tremendas tragedias a las que sólo la muerte puso fin.

Supiste sacarle el lado positivo a todo lo que viviste y aprendiste de aquella etapa de tu vida, y seguiste por otro camino, porque de aquella jerga que utilizabais todos los troncos, lo que te quedó grabado era cuando te decían “tío, eres legal”.

Y si, quisiste ir siempre de legal, aunque eso implicase que te diesen por culo muchas veces, pero nunca te importó, porque también había más gente que iba de legal, quizás no mucha, pero la había.

Y a éstas alturas de la película colega, te sigues encontrando en situaciones en las que sigues yendo de legal, te encuentras con gente también legal, pero lo mismo que antes también con otra que sólo sabe dar por culo.

Pero te importa un carajo, no vas a cambiar, sabes que esa gente “ilegal”, es víctima de su propia ignorancia, una ignorancia supina que los tiene sumidos en una inseguridad y un miedo patológico a ser superados en aptitud y capacidad por la gente legal como tú.

Son víctimas de su propia incompetencia, y sólo saben mentir y darte largas, y todo con objeto de aprovecharse de la gente legal, pobres piltrafillas, que necios son, acaso no saben que el tiempo además de hacerte entrar en canas, construye la historia y pone a cada uno en su lugar, tontos de los cojones, hoy podeis ganar a los legales, pero vuestras torticeras maniobras se os volverán en contra y el tiempo ó la historia os colocará en el lugar que mereceis, y no precisamente en la galería de personajes ilustres, sino en las páginas negras, o sea en la mierda.

Te pueden tachar de maleducado, pero quizás a más de uno le convendría fumarse un porro e ir de legal, y no sólo en las formas, también en los actos.




FUERZA Y HONOR.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

3 comentarios:

Pedro Madruga dijo...

Tes razón Angus, pero as veces estos ilegales son os que controlan a nosa legalidade, son eles os que aparecen nos libros de historia, e son eles os que teñen o poder pra fumarse un porro ou tomarse un cubata e por un día decirnos "tu si que eres legal", con eso nos conformamos. Saudos.

Anónimo dijo...

meu,tes razón,as veces a vida che da unha seghunda oportunidad pra encaminarte polo seu regheiro,e esta moy ben que te des de conta e que che dighan "eres legal"..pero iso e dabondo? penso que non,penso que e mais legal a persoa que e "legal"consigho mesmo,con seus principios e acions..hay moitas maneiras de ser legal,SENLO e nunca nunca esperes a que naide que o digha,e entos si que seras legal,..por certo, non e legal librarse das doghras e NORMAL..sei de que falo.biquiños BON SCOTT

Anónimo dijo...

Miña naiciña!
Canto tempo que non paso por estes lugares, e tes isto tan cambiado.
Pero está moi ben