La condición del ser humano tiene muchas particularidades, entre ellas está la facultad del raciocinio.
Esta facultad puede tener diversos grados, lo cual implica que no siempre el ser humano la desarrolla en toda su plenitud, y es por ello que a veces comete errores, que también por su repercusión tienen una escala de gradación.
A los pequeños errores podemos llamarles simplemente tonterías:
A veces esas tonterías, pueden ser percibidas por algunos de sus congéneres como algo más que una simple nimiedad, ya que la facultad de percepción del ser humano tiene también su escala de gradación, es por tanto que lo que para unos es una simple anécdota, para otros representa una amenaza, y una de las consecuencias, le podemos llamar en términos coloquiales, es que se alborote el gallinero:
El efecto que produce el echo causal de la tontería cuando se percibe como amenaza, es normalmente una actitud reactiva contra el que ha cometido la teórica "gilipollez", y el individuo causante del también teórico desaguisado puede pensar que quizás ha cometido un exceso y por lo tanto cree que posiblemente haya rebasado unos límites y ha ido demasiado lejos:
Es entonces cuando el individuo causante toma conciencia e intenta poner freno a sus impulsos, normalmente no reduce del todo, sino que aminora la velocidad de sus actos, porque hay algo en su interior que le induce a no pararse del todo:
Uno de los efectos que la actitud reactiva produce en el causante, es la sensación de soledad, el individuo se siente apartado y marginado del grupo, se siente rechazado y piensa que ya no hay solución y se dice a si mismo que todo ha terminado:
A pesar de que todo haya terminado, el individuo piensa que tampoco la cosa es para tanto, todo tiene su lado positivo, y es cuestión de buscarlo, y lo encuentra, ya que si es bonito trabajar por un sueño:
Y la última reflexión que se hace es que no es un caso raro, no es un ente extraño, el problema reside en que posiblemente no se encuentre en el lugar y en el momento adecuado, y se dice que más allá de la frontera, tiene que haber más como el, y se da cuenta que a pesar de la distancia, nunca caminará solo:
FUERZA Y HONOR.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
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